Las mujeres siempre necesitamos del amigo gay, y es que no nos digamos mentiras tienen una preparación especial para entendernos, sin que le pidamos que lo hagan, comparten nuestros gustos, a parte por experiencia propia sé que su lealtad no tiene límites, además tienen un buen gusto impresionante y son los mejores asesores cuando de compras se trata y lo más importante no tienen la envidia de las mujeres, que te ven como competencia siempre.
Los hombres siempre se preguntan qué ve uno de agradable al ir a rumbear a bares gays, las respuestas son sencillas, en primer lugar, puede uno irse con el escote más provocativo del mundo y sentirse tranquilo porque uno sabe que no va a ser manoseado o tratado como si fuera la peor de las vagabundas, segundo puede bailar encima de las mesas sin pensar en el que dirán, además que se siente uno en una libertad absoluta.
Por supuesto, cuando he asistido a la marcha LGBT me siento totalmente identificada con su lucha por el reconocimiento de sus derechos, no buscan que los entiendan, a la final suficiente debería tener cada uno con la aceptación personal, además que sigo sin entender por qué diablos no pueden amar en libertad, claro supongo que es más entendible que hayan orgías heterosexuales, que el hecho que haya una pareja gay que se ame, a la final este es el país del sagrado corazón.
Ahora sin querer quitarle valor a los heterosexuales, pero en algunas ocasiones se divierte uno mucho más con los LGBT en cualquier situación, pues la energía que hay en su interior contagia a cualquiera, además que acompañan cada tusa como ningún otro lo haría, nos enseñan a bailar, nos muestran nuestra mejor pinta, color de tinte, peinado etc y lo más importante no nos preguntan por qué somos tan vanidosas.
Debo confesar abiertamente que a mis amigos gays los amo con toda el alma, han dado a mi vida unos ingredientes demasiado especiales, además que confío en ellos, como en casi ningún otro. Me molesta de sobre manera la homofobia que hay en el mundo, luego no se supone que cada quien es libre de hacer en su vida sexual lo que mejor le parece, algo machista el hecho de ver sensual a dos mujeres teniendo sexo pero no si se trata de dos hombres, por Dios dejemos la bobada y dejen vivir, que yo en verdad prefiero mis amigos gays que algunas amistades heterosexuales.
Ahora que si uno se llega a enamorar del amigo gay o si el bisexual empieza a confundir sentimientos con uno, eso es harina de otro costal que les contaré en la próxima entrada.
te amo mi nataaaa. como siempre tus escritos muy bien redactados
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