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Mostrando entradas de agosto, 2011

Los cachos también se afilan con dignidad

Crédito: gettyimages.es Muchas veces cuando alguien nos pone los cachos la primera reacción es sentirnos culpables, por ende la primera reacción es escondernos, agachar la cabeza y hasta en algunas ocasiones intentar justificar las razones que tuvo determinado personaje para llevar a cabo su infidelidad. Nos repetimos constantemente lo siguiente (en algunos casos): "Es mi culpa, yo lo alejé", "No le pude dar lo que buscaba", "Es que yo jodía mucho" o "Tal vez ella le da mejores cosas yo", entre otro círculo de frases, que lo único que hacen es avalar la infidelidad. Porque si bien es cierto, que como pareja se pueden cometer errores, nada justifica la deslealtad, ese cuento rebuscado de: "Ella me llevo a que me buscara otra", es tan patético como las mismas mujeres que después de recibir un golpe físico o emocional dicen: "El no es malo, solo quiere que yo sea mejor, para merecer su amor". Por favor no nos engañemos

¿Novia eterna o mujer (esposa) luchadora?

El dinero siempre ha sido un factor determinante en cualquier momento de la vida, no importa la época, en todas las ocasiones siempre la plata se ha convertido en uno de los sueños e ideales más perseguidos por la humanidad. Sin embargo, todo en la vida debe tener un límite, un equilibrio, un balance. No puede ser que hoy en día, muchas mujeres se sienten en un sofá a esperar que el marido les de la plata, que si van a una cena, almuerzo u onces, se les cae un dedo si pagan la cuenta, o si invitan aunque sea las bebidas. Y ni para que hablamos de si la pareja se queda sin trabajo, porque existen algunas que sienten enloquecer, pelean y gritan, como si con eso hicieran que la plata cayera del cielo. No sé quien les habrá enseñado que entre más histerias, más acceso económico tendrán. Porque existen quienes exigen, piden y alegan, pero se quedan sentadas esperando a que el marido trabaje como mula y ellas por su lado, solo piden como si se trataran de jefes o incluso, terrateni

¿Cómo se reparten los amigos con su ex?

La palabra amigos debería ser entendida como esos seres humanos que uno conoce hace un tiempo considerable, con los que comparte momentos espectaculares, pésimos, buenos o malos, pero que por sobre toda las cosas son solidarios y leales, cuando la situación así lo requiere. Sin embargo, hay un punto que debe ser infinitamente claro en esta palabra, y es que los amigos de su novio, pareja, amante, mozo, etcétera, no son los suyos, aunque suene radical y hasta exagerado, es verdad, porque cuando la etapa del enamoramiento y de la cursilería acaba, usted entiende que su círculo es suyo, impenetrable y entregado, pero el grupo social que lo rodea a él, es precisamente eso, un entorno que le pertenece al susodicho y nada más. Las mujeres solemos caer en la creencia de que las "mejores amigas" o "mejores amigos" de su novio, son amigos nuestros también, y lo más cínico es que pretendemos que éstos nos demuestren lealtad, cuando los problemas con la pareja se acercan. E

Lleva una verdulera en tu corazón

Crédito: gettyimages.es Siempre que pensamos en tener una relación seria, entiéndase noviazgo oficial, lo primero que se nos viene a la mente es :¿Y si me es infiel? ¿Y si para variar es mujeriego, como la mayoría?. En el caso de que su anterior novio haya sido infiel, 'perro', mentiroso y demás, la cosa se complica, porque este nuevo intento se puede llegar a convertir en una carrera desenfrenada por comprobar que este tampoco fue la excepción a la regla. Situación que sin duda, nos acarreará dudas, momentos desagradables y una serie de comportamientos, que no son saludables ni exitosos. Pero si es cierto, que lo más importante es andar con pies de plomo, a la final, tienen razón los que aseguran que cuando no se espera nada de nadie, no se sufre, aunque al decir verdad no sé que tanto se puede alcanzar esa premisa. Ahora pensemos por un instante lo siguiente: No todos los 'cachos' son iguales, unos duelen más que otros y definitivamente después de este tipo de

Un clavo NO saca otro clavo, lo entierra más.

Crédito: gettyimages.es Cuando una relación se acaba, generalmente lo más preocupante no es cómo se va a seguir adelante, o cuál será la manera perfecta para enfrentarse nuevamente a la soledad, tampoco lo es cómo se efectuará esa repartición de amigos que llaman.  Lo realmente relevante e importante es cómo se hace para lograr volver a empezar con otra persona, qué procesos son los indicados para volver a creer y en especial, qué se puede hacer cuándo definitivamente no se está listo para amar una vez más. La situación es simple y a la vez compleja, e incluso puede llegar a tener ciertos ingredientes patéticos y hasta lastimeros, es decir, no conformes con estar viviendo el final de una relación lo suficientemente traumática, en muchos casos se tiene que asumir con dignidad que se siente una incapacidad enorme para volver a sentir siquiera las cursis maripositas en el estómago,  que si se experimentaban cuando ese ex novio tenía una cita con uno, y lo más frustrante es que ni siq