Crédito: gettyimages.es |
Siempre que pensamos en tener una relación seria, entiéndase noviazgo oficial, lo primero que se nos viene a la mente es :¿Y si me es infiel? ¿Y si para variar es mujeriego, como la mayoría?. En el caso de que su anterior novio haya sido infiel, 'perro', mentiroso y demás, la cosa se complica, porque este nuevo intento se puede llegar a convertir en una carrera desenfrenada por comprobar que este tampoco fue la excepción a la regla.
Situación que sin duda, nos acarreará dudas, momentos desagradables y una serie de comportamientos, que no son saludables ni exitosos. Pero si es cierto, que lo más importante es andar con pies de plomo, a la final, tienen razón los que aseguran que cuando no se espera nada de nadie, no se sufre, aunque al decir verdad no sé que tanto se puede alcanzar esa premisa.
Ahora pensemos por un instante lo siguiente: No todos los 'cachos' son iguales, unos duelen más que otros y definitivamente después de este tipo de situaciones jamás volvemos a ser las mismas. Ardidas quizás, prevenidas también y difícilmente retornamos a la confianza hacía el género opuesto.
Imaginemos esta situación, llegas a tu casa, en la que vives con tu novio y de pronto encuentras al personaje acostado en TU cama con otra mujer, ¿Qué piensas? ¿Cómo reaccionas? ¿Estás segura que en ese momento piensas primero en tu orgullo y dignidad?
No sé que tan dispuestas estemos las mujeres en ese tipo de situaciones al conservar la calma, porque imagina el asco que se puede experimentar al saber que en esa misma habitación ha estado también sexualmente contigo. En mi caso particular, no me voy con rodeos, porque si me vuelvo verdulera ¿y qué?. La dignidad y el orgullo la dejo para el momento de la tusa.
Además, no me vengan con cuentos un engaño emputa aquí y en la conchinchina, así que yo si madreó, puteó, peleó y hasta gritó, si es el caso. Pienso en la venganza, claro que si, y por favor no me vengan con el cuento de: "La venganza nunca es buena, mata el alma y la envenena", porque el ver a tu ex un "poco" acabado se convierte en un sabor tan dulce, como amargo. A la final, Santiago Cruz tiene razón en una de sus canciones con esta frase: "Fuiste mi verdugo y la culpable de que hoy me alivie tu fracaso".
Ahora pensemos en este escenario: Descubres que el hombre que decía amarte con sus células, cuerpo, piel y demás, lleva más de uno o dos meses engañándote y actúa como si nada pasara. En ese caso sé que algunos dirán pues se da marcha atrás, hay separación de cobijas y listo. A lo que yo puedo decir que evidentemente no hay otra opción, pero si considero que no hay el mínimo interés por siquiera volver a cruzar palabra con el personaje, y la palabra perdón, pues no sé que pensarán las amigas blogueras que me leen, pero ese vocablo no lo conozco muy bien, por ende, no lo aplico en ese tipo de circunstancias.
Ahora, que si los cachos fueron en una noche de borrachera del susodicho y hubo una rumbeada con alguna chica del momento, no digo que no empute, pero si duele menos, al decir verdad, afecta mucho más cuando eres la bobita del paseo. Porque en una infidelidad lo que más duele es la humillación.
Así que es hora de entender que no todos los cachos duelen igual, que volver a creer se vuelve una tarea titánica, que no muchas veces llega a feliz término. Pero además no seamos hipócritas que tener orgullo y dignidad no significa que al sujeto no se le puedan cantar sus verdades.
Pues yo, querida amiga de toda mi vida... yo si pienso que la venganza envenena... yo no digo que no de satisfaccion saber que, ese que nos hizo llorar ahora esta pasando por la misma que pasamos nosotras. Sin embargo eso es diferente, encontrar algo de gozo en el sufrimiento del que nos rompio el corazon, a buscar hacer justicia y vengarnos por nuestras propias manos. Como bien sabras soy una persona mucho mas pasiva pero si se y apoyo la mocion de que a las cosas se les dice por su nombre y en la cara, es una pena para el genero masculino saber que hay hombres que no tienen nada de pelotas y que nosotras tenemos 3 veces mas y bueno viceversa, en este mundo se encuentra cada cosa.
ResponderEliminarElegancia, compostura, inteligencia y diplomacia,, para mi es la mejor forma de defender nuestro orgullo aunque yo se que a veces un madrazo es bien merecido, a la final aca no somos reinas de belleza ni damas de la corte.. somos mujeres con sentimientos y como mujeres fuertes nos tenemos que hacer respetar,,, a veces con un madrazo o a veces con el mejor latigo, el de la indiferencia. Mejor y peores vendran y a la final aca las que importan somos nosotras ;)
Excelente aporte... Y tienes razón en la mayoría de cosas.... Como siempre.
ResponderEliminar