Contrario a lo que piensan muchos hombres, no nos buscamos un amante porque nos falte algo, o porque consideremos que nuestra pareja oficial nos dejo de gustar físicamente y queramos buscar nuevos especímenes que nos garanticen mayor excitación y esa sensación indescriptible que producen las relaciones alternas.
La realidad es que buscamos un amante porque nos cansamos de comer lentejas todos los días, porque queremos de cuándo en vez una boca diferente, un cuerpo distinto, un olor extraordinario o quizás sólo buscamos un amigo especial, no hay más explicaciones, simplemente es un rato, un momento, es como una dosis de adrenalina necesaria para seguir con la rutina.
Las razones son aún más simples si se tiene en cuenta que somos humanas, sentimos, nos dan ganas de probar otro cuerpo y como si esto fuera poco, la pareja estable a veces colabora cuándo le da por joder en exceso, celar demasiado o cuándo nunca puede proponer planes nuevos.
Sin embargo, a veces el amante se convierte en ese objeto lindo y rico de llevar, no pregunta, no jode, le admira a uno hasta el más íntimo detalle y como si fuera poco, cada segundo que pasa al lado de uno. sólo piensa en cómo aprovechar ese instante, porque no sabe si lo volverá a repetir.
Sin embargo, queridas amigas blogueras y lectoras no olviden ese viejo dicho de que "toda escoba nueva siempre barre bien". Lo preocupante puede empezar cuando uno se da cuenta que después del sexo ya no hay nada mas, y aunque no me lo crean a veces tirar por tirar aburre, bueno no siempre.
Ahora mis queridos hombres no se engañen, no buscamos un amante que sea de cuerpo perfecto y cara extraordinaria, pretendemos encontrar simplemente el man que nos mueva el piso, o aquel que al menos tenga ojos atrayentes, piel hermosa o que si quiera hable cosas que tengan relevancia, además muchas veces nos gustan los feos, esos que nadie mira, pero que si hablan nos llevan a una dimensión desconocida.
El asunto mis amados hombres es que diferenciamos una relación ocasional de la verdadera, no mezclamos los espacios, no lo presentamos a las amigas y mucho menos andamos de la mano en la calle con ellos, simplemente sabemos que una relación así hace parte de la intimidad y generalmente la del motel, no la de la cama que compartimos con la pareja oficial.
Lo más importante, jamás olvidamos que un amante es ocasional, de momento y extraordinario, la pareja aunque cotidiana, con sus defectos, olores y hasta malas costumbres es quien está a nuestro lado, y quien quizás también tenga una amante, con la que seguramente goza un poco más, pero que a la final sabe, o eso se supone, que es algo de una noche.
Amigas Blogueras y lectoras, si ustedes viven esta situación pero sienten que el gustico ya se está convirtiendo en otra cosa, ponga sus sentimientos en una balanza y si éstos son más fuertes por su amante, que por su pareja oficial, piénselo bien, pues una cosa, es tenerlo de amante, otra de novio.
Y no sea mojigata ojos que no ven corazón que no siente, viva y ya...Recuerde lo que decía Alejandra Azcarate en una de sus obras...¿Quien les dijo que para tener un amante tenemos que estar mal con la pareja?
De todos modos, admiro mucho a las mujeres que consideran que la primera muestra de amar de verdad es la fidelidad total, pues supongo que han acallado sus hormonas de una forma casi milagrosa y mis queridos hombres recuerden hagan lo que hagan, háganlo bien porque de ser pillados lo que les espere es una buena terminada y una puteada de padre y señor mío, a menos que hayan dado con una mujer que perdone cachos, o sea con el perdón de todas una total tarada.
Vea pues...muy interesante y comparto tu forma de pensar, solo que para mi, enfocas la infidelidad como algo innato de los hombres, y no es así, tal vez el machismo de tiempos lejanos se presto para que los hombres tengamos mas fama en ese aspecto, pero hoy, que estamos de tu a tu con la mujer, la infidelidad dejo de ser cosa de géneros a ser asunto de la clase de persona que se sea. Fui y soy un hombre fiel, y como ser humano estuve muchas veces tentado por otras mujeres, pero jamas le falte al respeto a la relación que tenia, y no me morí, no perdí mi virilidad, no me volví loco ni nada, tal vez no llego la que tuviera lo necesario para hacerme caer, por eso la duda seguirá en pie...el respeto y el compromiso a ser fiel hacen parte de la relación monógama, si uno quiere estar con varios y darle rienda suelta a las exigencias que pide el cuerpo y dejar de comer lentejas todos los días, pues sencillamente quedese y mantengase soltero y asi goza, disfruta y tiene mas placer sin necesidad de meterse en líos y problemas al lastimar a otra persona....que pereza los problemas y el estar mintiendo y engañando...no? En fin, es un tema que no tiene fin...cada quien tiene su opinión y su experiencia, pero eso si, si uno se mete en un noviazgo normal, la regla base es la fidelidad, uno firma una clausula de exclusividad con la otra persona, a menos que el contrato tenga capitulaciones de poligamia, intercambio de parejas, poliamor(este si me dejo loco cuando lo vi en Discovery hace unos días), orgías, etc...!!! Bueno ya hable mucho jajaja...te seguiré leyendo y molestando...gracias por el #FF de hoy...!!! chau Naty
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