El dicho de que "el hombre propone y la mujer dispone", aunque suene machista y hasta de mal gusto, es real, y aplica para todos los estratos, contextos y escenarios. Es simple, en una relación siempre se tratan de fusionar dos mundos, con sus mañas, defectos, cualidades y vicios, sin embargo, en esta fusión el hombre mide el carácter de la mujer, ya que es éste, él que le permite saber hasta dónde podrá llegar en la nueva relación que emprenda. Es decir, si la mujer es débil, fácil de manipular y representa el estilo perfecto para ser "cachoneada", el hombre sabrá que por más mentiras, engaños y cachos, siempre estará ahí; a la final, aunque suene increíble, algunos hombres buscan la mujer sumisa y no la de "armas tomar". Pero si ellos descubren que la nueva adquisición es de carácter, impredecible y hasta capaz de dejarlos al menor intento de infidelidad, la piensan bien antes de "cagarla", no quiere decir que no sean infieles, pero al menos no...
"Amor, sexo, cotidianidad, relaciones, hombres y mujeres son el epicentro de cualquier mundo, un universo que en su interior requiere de una mirada distinta a eso que llamamos emociones, y una visión alternativa a las palabras que quieren salir pero el miedo las limita"