En una reciente conversación con algunas amigas, me sorprendió como las mujeres pueden llegar a ser más efusivas al hablar de sexo que los mismos hombres, la única diferencia es que al parecer solemos ser más hipócritas, mojigatas y hasta morrongas para reconocerlo ante nuestras parejas, entiéndase que al mencionar la palabra "parejas", me refiero también a amante, "mozo" o "amigo especial", término que ultimamente escucho más seguido, cosa que me alegra, pues este tipo de relaciones otorgan una especie de picante a la vida de cualquier mujer, ya sea solo sexual o emocional, pero este será un tema que trataremos en una próxima entrada.
El punto es que mis amigas, de las cuales me reservo el nombre por respeto a su mojigatería, aseguraban con vehemencia, - por supuesto unos licores de más siempre afloran la sinceridad más aún cuando de sexo se trata -, que en todas sus experiencias sexuales lo que más les había sorprendido era ver que la mayoría de hombres creían que mientras ellos sólo tenían sexo, ellas si hacían el amor, pero la realidad era cómica y hasta irónica, pues queridos hombres ELLAS TAMBIÉN TIRAN.
Me causo mucha gracia ver cómo se burlaban de la inocencia de muchos hombres, pues debo decir, que tienen toda la razón, porque las mujeres no siempre relacionamos un encuentro de sexo casual con amor, o si quiera con cariño, simplemente satisfacemos una necesidad, así de simple.
Sin embargo, recuerdo haber escuchado a una de ellas decir que el punto de análisis era cómo actuábamos las mujeres después de aquella noche, porque es innegable que siempre se espera un trato diferente, una mirada distinta u otro tipo de abrazo, sin embargo, como buena mujer que en el fondo tiene algo de actitudes masculinas, aseguré que en la mayoría de casos cuando se trata de sólo sexo, detesto que a los hombres les de por abrazar después del acto o tener gestos cariñosos que ni al caso vienen.
Es importante que tanto mujeres como hombres diferenciemos el sexo casual con el amor, porque como seres humanos satisfacemos necesidades, en eso todavía tenemos algo de animales, así que una noche de copas, una noche loca, no tiene más significados, ni más contextos, son sólo eso CASUALIDADES o CAUSALIDADES, que no deben pasar de ahí; el punto de giro sólo debe presentarse bajo dos razones especiales:
1. El chico resultó ser un excelente amante y entonces, debemos cuidarnos también de terminar "enamoradas" del tipo de cama que ofrece el sujeto.
2. Cuando el sexo con este personaje es lo suficientemente fuerte, salvaje y prohibido, porque SI eso también nos gusta.
Si esto se da entonces, es necesario que antes de pensar que lo "amamos" por lo que es, definamos que lo amamos por su cuerpo, no por nada más, pero digamos la verdad la pasión no es efímera, sólo que es más difícil de mantenerla y para garantizar que ésta no se pierda, sólo debemos hacer dos cosas: No ponerle nombre a la relación y hacerla cada vez más excitante, por supuesto siendo consciente de los peligros que se pueden correr.
Recuerdo que al finalizar la reunión salió un tema a relucir que merece un análisis más profundo, que de hecho encontrarán en el próximo post, LA MASTURBACIÓN FEMENINA, y supongo que muchas que lean esto la negarán, pero por favor debemos reconocer que TODAS, y me atrevo a decir que sin excepción, hemos aunque sea rozado nuestra piel de forma distinta intencionalmente, o siquiera hemos sentido inmenso placer al ver porno, o escenas de películas que tienen imágenes lo suficientemente eróticas, recordemos que el hecho que no usemos juguetes sexuales no implica que no nos hemos masturbado.
Y siendo realistas la masturbación es un arte que no tiene porque ser grotesco, sino que lo digan los hombres que disfrutan de ver a su pareja masturbándose en pleno acto sexual, como parte de la magia de la seducción o como se diría en el árgot popular en el pre calentamiento.
Quiero aprovechar este post para resaltar un artículo de Esther Balac del Diario El Tiempo, ya que definitivamente me ayudó a reafirmar mi convicción acerca de cómo los hombres ahora tienen más mitos que antes, a tal punto que hasta se vuelve en algunos casos tedioso tratar de explicarles que no todo es penetración y que el tamaño realmente no importa, es más relevante lo que nos hagan sentir en esos momentos de pasión.
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