Imagen del Diario El Espectador |
Quisiera narrar una historia de las que suelo escribir en este blog: Posts de sexo, amor, desamor, tusas o incluso contar experiencias personales, pero hoy tengo el alma negra, como creo debemos tenerla todas las mujeres, porque pareciera que ahora ser mujer es sinónimo de miedo y maltrato.
El caso de Rosa Elvira Cely, una mujer brutalmente asesinada, violada y torturada a finales de mayo de 2012 en la ciudad de Bogotá, me ha hecho pensar en esa cantidad de mujeres que se tienen que levantar todos los días pensando en cómo recuperarse de una violación y debo decir que las admiro firmemente, porque en mi caso creo que me dolería el solo hecho de mirarme al espejo.
Y como si la humillación no fuera suficiente, entonces ahora hay de por medio intentos de homicidio, realmente no pretendo entender qué le puede pasar a un animal de estos por la cabeza, pero me es más incomprensible que de la misma justicia colombiana provengan frases como: "Los delincuentes pueden regenerarse, debemos ser más humanistas", este conjunto de palabras si realmente me producen asco, repulsión y una rabia infinita.
En realidad desde que me enteré del caso de Rosa Elvira Cely, algunas veces camino por las calles en la noche y siento pavor de solo ver que una sombra está reflejándose a mi lado, he dedicado más tiempo a ver los ojos de muchas mujeres que pasan por mi lado y pienso: Por Dios no quiero una humanidad tan cruel y vil, porque para mi esto es peor que haber vivido la época de Sodoma y Gomorra.
Pero en realidad, lo que más me preocupa es pensar que en la mayoría de casos los animales y monstruos violadores son conocidos, amigos, familiares o incluso esposos o novios.
Otro de los pensamientos que más se ha apoderado de mi mente es: ¿Cuántas veces por nuestro lado ha pasado un asesino de esta categoría y simplemente hemos considerado que es un "compañero" más? Me llena de pavor pensar que cualquier palabra, reacción o actitud puede desencadenar la locura en estos personajes.
¿Pero en qué momento inicia el maltrato? ¿Cuánto hemos perdonado en el pasado para que estemos en esta situación? ¿Podemos evitar tanto dolor?
En primer lugar, debo decir que a veces toleramos lo intolerable y esto nos ha llevado a un camino de infelicidad y tragedia sin retorno.
Por supuesto, ninguna mujer es culpable de su propio maltrato, porque el único responsable de la violencia es de aquel que la ejecuta, pero reconozcamos que muchas veces hemos disculpado a quienes tienen actos de violencia en contra de nosotras.
En Colombia se conocen casos sobre mujeres que duran años viviendo con ese hombre que llega borracho y las obliga a tener relaciones sexuales, el argumento para seguir al lado de un personaje de estos, es que son las "obligaciones" dentro de una relación satisfacer al hombre, este pensamiento solo nos ha llevado a que todas las mujeres creamos que debemos dar nuestro cuerpo porque es nuestro esposo, novio o amante, aún cuando no queramos.
El maltrato definitivamente inicia con un grito, NADA justifica un grito, el hombre que es capaz de gritar a la persona que quiere, sea tu amigo, tu novio, esposo, amante, tiene dentro de si la capacidad de irrespetar y la falta de respeto es una de las primeras características de cualquier ataque.
Como experiencia personal debo decir que jamás he dado con un hombre que me haya puesto la mano encima, creo que si hubiera tenido que vivir una experiencia tan desagradable y dolorosa como esa, alguno de los dos no estaría contando el cuento, porque si algo tengo claro es que MEREZCO respeto.
Pero debo reconocer que hace cierto tiempo di con un personaje bien particular, el cual se le ocurrió la brillante idea de gritarme de la forma más humillante, solo porque lo llamé y el señor estaba dormido, se molestó demasiado porque me atreví a interrumpirle su sueño, solo debo decirles que a la fecha no tengo ningún tipo de relación con él, porque cuando se toleran este tipo de cosas, el resto de maltratos se van dando por añadidura.
Sucede que a las mujeres se nos olvidan las cosas con mucha facilidad y solemos perdonar todo por creer en lo que se nos ha enseñado que debe ser el amor, pero realmente considero que este gran sentimiento que mueve el mundo, se ha confundido con costumbre, soledad y hasta compromiso.
Un grito, una levantada de mano, un empujón, una traición y cualquier expresión de irrespeto son pruebas fieles e irrefutables de maltrato, sin embargo, la justicia colombiana es lo más parecido a un payaso, porque aquel monstruo atacante de Rosa Elvira Cely, aparentemente ya tenía antecedentes de violencia, violación e intento de homicidio.
Hoy más que nunca, las mujeres debemos unirnos, para poder expresar al unísono que no estamos dispuestas a tolerar ningún maltrato, que no fue solo Rosa Elvira Cely a la que humillaron, violentaron y torturaron, porque todas somos mujeres y como se diría en Twitter :#TodasSomosRosaElviraCely #NiUnaMás
Es hora de parar esta tragedia que no está lejos de nosotros, es el tiempo de pensar que esta mujer luchó por su vida, quizás para darnos un solo mensaje: No permitamos que la injusticia, el silencio y la frialdad se apoderan de esta sociedad.
Reconozcamos que mientras muchas de nosotras estamos rumbeando, en cine, de compras, durmiendo o gozando de nuestras vidas, pueden existir mujeres que están dando un grito desesperado para ser salvadas de las manos de un monstruo.
Me siento orgullosa de ser mujer, jamás he renegado de mi género, a excepción de ciertas actitudes femeninas que me molestan, como el chismerío y la falta de solidaridad, pero en realidad siempre he admirado esa fuerza de carácter que tenemos para levantarnos a pesar de las circunstancias adversas, pero en una epoca como esta creo que en toda la historia se nos ha maltratado y a pesar de los avances que conocemos a diario, seguimos siendo el sector más vulnerable junto a la población LGBT.
Nota: Me gustaría compartir con ustedes el vídeo de un grupo musical llamado Lu, el cual ya no está en el mercado musical, pero que con una canción 'Una Confusión' narra perfectamente con sus imágenes la historia que se vive hoy en día:
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