¿Cree usted en las almas gemelas o en aquellas que sin estar juntas siguen recorriendo el mismo camino aún sin saberlo?
Quien les escribe hace más de siete años conoció a alguien que desnudó por completo su corazón, le hizo ver lo que ni siquiera sabía que tenía adentro, le hizo sentir un amor extraño, trágico, cómico, alegre y sobre todo absolutamente intenso. A tal punto que ambos sabíamos que el final no podría ser cómodo para ninguno.
Dos frases de Frida Kahlo definen esta historia que no duró tanto como se esperaba o más bien como se anhelaba, pero si lo suficiente como para que la vida de ambos fuera transformada quizás para siempre:
- "Jamás en toda la vida olvidaré tu presencia. Me acogiste destrozada y me devolviste íntegra, entera".
- "Si yo pudiera darte una cosa en la vida, me gustaría darte la capacidad de verte a ti mismo a través de mis ojos. Solo entonces te darás cuenta de lo especial que eres para mi".
El tiempo pasó, era necesaria la distancia, había tanto que sanar, mucho que curar e incluso demasiado que perdonar, bien dicen por ahí que las relaciones "imperfectas", si es que en el amor hay algo perfecto, son las que más nos demuestran qué hay dentro de nosotros mismos, son éstas las que nos permiten descubrir si amábamos con el corazón o simplemente amábamos lo que éramos con esa persona.
Las vidas de ambos se acomodaron, tomaron el rumbo que debían tomar y al pasar el tiempo las circunstancias nos volvieron a encontrar, quizás ya no habían sonrisas de amor o de pasión, pero si permanecía un bonito amor, ese que pasará a la eternidad o aquello que llaman conexión inquebrantable.
Siete u ocho años después volvíamos a reconocer todo lo que nos habíamos querido y cómo seguiríamos estando el uno para el otro, con la tranquilidad de dar por esta vez la serenidad que solo dan los años.
El me conoce aún como la palma de su mano, no necesita verme para saber qué pienso, qué siento, incluso sabe en qué fallaron los hombres que después vinieron en mi camino; es absolutamente consciente que quizás mi corazón no vuelva a amar tan intensamente, pero este hombre es tan exacto que no se jacta de ello, solo sonríe y sigue caminando.
Los dos ya estamos tranquilos, sabemos que estamos ahí así pasen los años, a la final somos conscientes que quizás pocas personas nos han movido tanto el piso como él a mi y yo a él.
Supe todo lo que él significaba para mi, cuando entendí que él no es un ex novio, es la persona que se quedó en mi corazón y me permitió crecer.
Gracias es todo lo que tendré para él siempre. ¡Feliz noche de las letras!
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