Siempre había pensado que cuando se terminaba una relación, las más patéticas eran las mujeres, pero gracias a la experiencia de una amiga mía con su ex novio descubrí que el hombre puede llegar a ser lo suficientemente ridículo, incoherente y poco flexible en muchos casos. Todas las despedidas son diferentes, algunas duelen más que otras, y en algunas situaciones lo que más se afecta es el ego, pero ¿por qué esa imperante necesidad de ser víctima?
Es simple, la mayoría de veces cuando uno termina una relación es porque ya no se siente del todo cómoda en dicha unión, por mentiras, engaños y en algunas situaciones se debe a que al decir verdad, que le vean a uno la cara de 'María la del barrio' no es tan bonito, sexy, ni mucho menos atractivo.
Es decir, si usted querido amigo lleva mintiéndole a su novia durante meses y jura que ella ni cuenta se ha dado, tal vez sea el momento preciso para que rectifique sus acciones, pues debo decirle que las mujeres podremos tener todos los defectos del mundo, pero en términos generales notamos muy fácil cualquier pequeño cambio que ustedes tengan.
Ahora si usted querido amigo ya está descubierto, tiene dos opciones, la primera afrontar como un caballero su error, tratar de enmendarlo y rogarle a Dios que su novia o esposa, el amor le sea un poco más fuerte que el orgullo (si es que la embarrada no fue tan apoteósica), o hacerse a un lado para que esa persona a la que usted ya lastimó, pueda ser feliz.
Pero como en la mayoría de casos, en las relaciones nada funciona como debería, la realidad es que algunos hombres aplican muy bien la frase de 'Tras de ladrón, bufón', es decir, cuando ya han explorado otros caminos y se dan cuenta que éstos no son del todo tan estables, pretenden volver y jurar amor eterno, pero lo más triste es que cuentan con que sus ex novias o ex esposas caigan rendidas a sus brazos.
Pues les quiero dejar esta pequeña nota mental: Nosotras las mujeres, cerramos capítulos más pronto de lo que ustedes mismos creen, en especial, cuando hemos vivido historias dolorosas por naturaleza, a las que tenemos la autoestima bien arriba no nos conmueven las lágrimas de cocodrilo y ni siquiera contemplamos volver a estar con personas que ya nos han lastimado.
Así que por favor asuma sus decisiones, si usted eligió otro camino, asúmalo y si se equivocó créame que a su ex novia o ex esposa no le interesan sus quejas actuales, a la final, quizás para cuando usted decida volver, la que usted llamaba su mujer en el pasado, ya haya volado de la madriguera que usted construyó falsamente para ella.
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