La reciente noticia de la muerte de Lina Marulanda , conocida por medios de comunicación y demás esferas sociales de la capital, aterró a muchos colombianos (entre las que me incluyo), y en este punto no pretendo entrar en la típica discusión de que a unos no les afecta porque no la conocían, era sólo una modelo más; debate que de por si me parece lo más vacío y anti solidario, pero cada quien es libre de ejercer su opinión libre en un país que se supone democrático. Que la fama y el dinero son efímeros, es una verdad tan firme como el mundo mismo, sin embargo, hay que reconocer que ayudan mucho a suplir las necesidades cotidianas de la vida. Pero realmente mi discusión en esta oportunidad, es sobre cómo las angustias, depresión o lo que yo suelo llamar "mundo interno", ese que a veces se vuelve más grande y pesado que el mismo universo en el que vivimos, puede ser más fuerte que la misma voluntad o fuerza que muchos expertos en la materia, alegan todos los seres humanos debe...
"Amor, sexo, cotidianidad, relaciones, hombres y mujeres son el epicentro de cualquier mundo, un universo que en su interior requiere de una mirada distinta a eso que llamamos emociones, y una visión alternativa a las palabras que quieren salir pero el miedo las limita"